Pienso en Silvestre, en el invierno porteño
Quiero cantar el tango como Malena. Tener la infancia de Malena para que mi voz se enamore de un alondra y con su magia me haga sombras en el timbre, gozos en el alma, versos tan amargos como el llanto del bandoneón.
Quiero ser la canción de Malena envuelta en alcohol, recordar mi pena y dejarla salir, que cada nota gotee de mis ojos, encajar en mi tímpano las blancas y las negras, estallar el silencio.
Fresca la tarde para la canción amarga de Malena, para rumorear los tangos de ella tan buena, de llanto tan dulce como el del bandoneón.
Quiero ser la canción de Malena envuelta en alcohol, recordar mi pena y dejarla salir, que cada nota gotee de mis ojos, encajar en mi tímpano las blancas y las negras, estallar el silencio.
Fresca la tarde para la canción amarga de Malena, para rumorear los tangos de ella tan buena, de llanto tan dulce como el del bandoneón.
2 comentarios:
LLegó el mago que sueñas...
Un saludo amiga. Apenas me di cuenta de tu escrito. Me gustó.
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