viernes, 24 de octubre de 2008

Herminia de las lágrimas


Pocas cosas son las que tengo claras en la vida: que nunca quiero dejar de aprender, que quiero hacerme viejita junto a mi viejito y que mi escritor favorito es José Saramago. Cuando supe que producirían una adaptación de Ensayo sobre la ceguera temblé (de emoción y de miedo) y esperé casi un año para saber qué rayos había hecho Fernando Meirelles con uno de mis libros favoritos, así que desde que se estrenó no leí ninguna nota, no quise saber comentarios ni a favor ni en contra hasta ver hoy, con mis propios ojos, su ceguera.

La película me gustó mucho; no más que la historia, y tampoco más que la novela que he construido varias veces en mi mente, una por una las veces que he leído el libro. Mi primer aplauso se lo lleva la adaptación. Después de El señor de los anillos es la película mejor adaptada que he visto, paso a paso relata la historia; evidentemente hay partes que faltan, supongo que por falta de tiempo, sin embargo, creo que eliminaron lo que no era necesario y me pareció justo. Me hizo feliz y me angustió a la vez que Meirelles me hiciera partícipe de la ceguera, creo que utilizó bien el recurso de luz blanca para angustiarme un poco más. Creo que faltó interacción entre los personajes, pero también lo atribuyo a la falta de tiempo y no afecta mucho el discurrir de la narración visual. Los personajes bien; aplaudí que el director (o adaptador, quien sea que haya sido) respetara la ausencia de nombres, no hubiera sido lo mismo ver a "Micaela", que a la "chica de las gafas" (v. gr.), aunque los actores no me parecieron increíbles, creo que hicieron su trabajo y listo.

En resumen, para haber esperado un año, la película me dejó satisfecha, feliz y angustiada.

Por cierto, mi aplauso más grande se lo lleva "el perro de las lágrimas", bello, excelso; tuve temor de que no fuera incluido y desde el primer minuto esperé la escena en la que debía salir (es la que más me gusta en la novela), así que cuando vi su paso feliz y su lengua limpialágrimas, no pude más que sonreir (tal vez le hice honor a su nombre).
Blogged with the Flock Browser

martes, 21 de octubre de 2008

.

Hoy no quiero.

viernes, 10 de octubre de 2008

Léelo, sabrás que es para ti

Este es para ti.

Sabes que siempre que vengas estaré para sentarme y poner mi hombro, mi atención y mi abrazo.

Es para ti porque odiamos la melcocha, las películas malas y las faltas de ortografía. Es para ti porque hoy redescubro el alma que habita tu cuerpo, porque miro salir el humo negro que te ha hecho llorar tantas veces, que te ha hecho fabricar una roca, otras tantas, alrededor de tu cuerpo. Me gusta volver a conocerte, saber que en el fondo del pozo de todos modos estás tú y que estás subiendo. Tengo curiosidad por saber qué está quedando de ti sin humo; me gustaría saber si sigue ahí Woody Allen, un elevador y el aroma exquisito del ser sin rostro en un autobús; el vodka con twist de mandarina, con jugo de arándanos o el queso filadelfia con mermelada.

De mí sigue quedando la admiración de tu verbo fácil, los detalles que notas (que yo no veo), la aversión a los gatos, el café negro cargado, el amor por los perros y la devoción por la viña de frutos rizados, dulcísimos, frescos, puros… de mí seguirá estando la palabra firme y sin tapujos, aunque duela, porque (ya lo sabes) odiamos la melcocha.

Algún día, cuando salgas del pozo, te prometo que haremos una mascarada para conocernos de nuevo.

lunes, 6 de octubre de 2008

Mejillas rubicundas


Mientras como uvas me descubro sacando un pensamiento que muchas veces ha estado en mi mente, aunque no creía que existiera. De pronto un cabeceo de sueño matinal me extrae por unos segundos de mi idea original, en los que parece que está oculta toda la vida, toda la actividad que tal vez tengo en una realidad paralela, como si fuera una campesina holandesa que cosecha semillas una tarde dorada de poco viento. Así me veo, de mejillas rubicundas y manos llenas de tierra.
Luego vuelvoa la realidad, a las pruebas, a suprimir, a los postits, las frustraciones por los cambios... lo que se lleva de nuevo mi cabeza a donde está lo que de verdad importa, el lugar donde lo miro emocionarse tan poco, hacer tanto y mostrar que sólo es lo que tiene que hacerse, a creer con firmeza que lo que vendrá después será lo que en realidad importa. Y es justo ahí donde me doy cuenta de que me importan mucho (a veces demasiado) algunas cosas, es justo ese el momento en el que me pregunto si soy dueña del motivo que hace que tengan tanta importancia o es simplemente que me dejo impresionar, o tan solo que él no se deja impresionar.
Lady Mondegreen de pronto agita los pensamientos y hace que cuestione sobre el lugar que ocupan las emociones, si son lo primero o son lo único que echan a andar lo primero y hasta lo segundo, porque lo demás siguen siendo emociones. A veces quiero que me emocione todo, que incluso al ser una holandesa de mejillas rubicundas en plena cosecha, aunque sólo exista dos segundos, yo sea la dueña de la historia entera.

miércoles, 1 de octubre de 2008

Gto.

Oríndemiados de gato

Oríndemiedos al gato

Orardemiedo al gato

Aaaronelmiedo de gato

Ararlosmiados del gato

Morirdeorines de gato

Related Posts with Thumbnails