De pronto recuperé mis chinos. Con tanto desorden hormonal se habían ido y yo triste, que ni me sentía que era yo. Ahora volvieron pero no llegaron solos.
Trajeron ese antiguo deseo de la guitarra de las tardes noches en que cantábamos desgarrándonos el corazón, unas veces con chelas, otras no, pero siempre con un dolor que en unos era genuino y en otros compartido.
Vinieron a mi cabeza los días jóvenes en que la zona C era, en que bailábamos siguiendo los cuadritos del piso; el día de en que hacía panditas; cuando la madrugada nos alcanzó a M y a mí en la azotea del edificio y el sol nos despertó, mala leche. Recuerdo el día de la partida de Z, llorando en las escaleras de su departamento; el día en que gracias a V mi silla de la oficina fue a parar junto a la secretaria cascarrabias.El día que fuimos al depa de A en Omalas. Pienso en AH siempre conmigo, llorando, riendo, pero siempre conmigo como el ángel que cobija mi sombra.
También los conciertos de reggae con E, de ska, las pachanguitas sabrosas en que bailaba hasta la madrugada. Cuando íbamos a los bares porque tocaba con su banda.
Los días enteros contigo J, tú sabes cuales, con libros, música, muchas palabras, pizza, tú y yo siempre abrazados, la vida contigo.
Será la lluvia; será que me vi en el espejo y vi a la mujer de antes, de hace mucho, convertida en la de hoy, con una gota de cielo en sus brazos, con una vida recorrida, con otra entera por delante; esta que hoy quiere ser mejor, que quiere ser feliz.
2 comentarios:
Es agridulce verse en el espejo así.
Pero celebro el regreso de tus chinos, también pienso con nostalgia aquéllos días de la guitarra, de reír y bailar.
Creo que lo más hermoso y más importante para ti como mujer y como madre, es que te veas a ti como individuo en el espejo. Que sientas que estás de vuelta, que te conoces.
Eres una gran mujer amiga.
Y yo sin guittara ni lluvia, espero pronto tener una melodía que compartir y hacerla llegar lejos, también extraño mucho la música y no la debo abandonar ahora que mi hijo la necesita más.
Le mando un beso y un abrazo señora, y espero pronto mandarle al menos un acrorde.
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