Y es que en donde estoy huele a sándalo
del añejo que se escondía en casa de la bisabuela
ese que se quedaba en cada intersticio
de la cajita de música donde vivía la bailarinita
Nunca entendí cómo podía ella estar siempre
bailando sobre el espejo
cómo era capaz de dar cien vueltas cada vez
que la cuerda volvía a tocar la misma canción
Y es que en donde estoy huele a sándalo
como que soy ella
la bailarinita de casa de la bisabuela.
2 comentarios:
Pasa el tiempo y te vuelves más sabia.
Gracias querido Silvestre. Un abrazo.
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