Llueven días en que ni números
ni letras significan tu nombre.
A cántaros caen sinalefas sin sentido
ecuaciones de algebraico desorden
que no dicen
ni prefijos
ni finales de tu sombra.
Será que existes
en lo que tu apócope esconde
que tu risa
es un compás de tres cuartos
y tu nombre es obligado silencio.
2 comentarios:
Solo nombralo, desafía el silencio, hablale y responderá.
Este poema es simplemente perfecto.
Me encanta su puntualidad, no se le puede cambiar ni una palabra ni una pausa.
Gracias por compartirlo.
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