Yo no soy Penélope.
Soy quien sentada en la silla de bejuco
teje incesante la historia
que te he contado por años
a tiempo
en su preciso momento.
Soy ésta,
la que nunca ha esperado al Ulises
que infiel vuelva a mi lecho,
y no desea que después de veinte años
de monstruos y contratiempos
renovado recupere su reino.
No soy Penélope,
soy la que por las noches desbarata para sí
las memorias perdidas de amantes
que impregnaron de sudores mutuos cuerpos.
Yo no soy Penélope.
No tejo sudarios ni espero a destiempo.
1 comentario:
Me gusta la rebeldía de las imágenes.
Me encanta leerte.
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